Un estudio de la Universidad de Harvard ha logrado demostrar que tener relaciones de amistad ayuda a crear nuestra identidad y a conocernos a nosotros mismos, saber cuáles son nuestros potenciales y limitaciones. Generamos un espacio de confianza, de respeto, de afecto y de comunicación emocional que ayuda a crear retos y disfrutar de la vida.

Cuando tenemos relaciones equilibradas y compartimos afinidades se crean transferencias emocionales que activan funciones cerebrales, las endorfinas y la serotonina. Por todo ello, tener un amigo con el que sentirte tú mismo reduce el estrés y fortalece el sistema inmunológico.

Un círculo de amistades es una buena “vitamina” para crear las hormonas de la felicidad y una “vacuna” para prevenir y aliviar depresiones, ansiedad, fobias y estrés.

Los adolescentes que tienen amistades de calidad alcanzan la etapa de la veintena con menos problemas de ansiedad social. En cuanto a los adultos, la amistad ayuda a salir de la soledad y a los ancianos les prolonga las expectativas de vida.

Tener relaciones sociales implica salir de casa, moverse, mantenerse ágil. Y eso también va unido a la cantidad, porque si tienes solo uno o dos amigos siempre acabas haciendo las mismas cosas. Por eso, entre más amigos se tenga, mayores son los beneficios para la salud mental, lo que refuerza las conclusiones del estudio de Harvard.

La soledad es uno de los grandes males del siglo XXI. Se vincula a tasas más altas de enfermedades y pueden influir en cambios a nivel celular que promueven la inflamación crónica.

Al final, el ser humano es un animal social. Lo importante de los amigos no solo es tenerlos sino también cultivarlos. Fuente:

https://www.huffingtonpost.es/entry/lo-mas-importante-para-la-salud-no-es-tener-buenos-amigos-sino-muchos_es_5d1c88bce4b07f6ca586ab35