Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Stanford, Estados Unidos, encontró una fuerte asociación causal de la contaminación del aire con enfermedades mentales, como trastornos bipolares o depresión.
Los resultados, publicados en la revista especializada PLOS Biology, mostraron que diversos problemas de salud relacionados por la contaminación del aire, como padecimientos respiratorios, pero también revelaron una incidencia consistente sobre la salud del cerebro.
Los investigadores sugieren que la polución podría estar relacionada con afecciones de salud mental, principalmente depresión y trastornos bipolares, aunque aún no se ha demostrado un vínculo causa-efecto entre la contaminación y las tasas más altas de esquizofrenia y trastornos de personalidad.
Explican que un factor obvio de este lazo es el ruido del tráfico, debido a que éste aumenta el estrés y empeora la calidad del sueño, además de que las partículas contaminantes suspendidas de menos de 2.5 micras (PM2.5) pueden atravesar la barrera hematoencefálica y afectar potencialmente al cerebro.
También consideran que la contaminación desencadenaría una respuesta de estrés en el cerebro, o bien, el smog causaría cambios epigenéticos que alteran el equilibrio de las sustancias químicas cerebrales.
En Chile
Según un artículo firmado por Eduardo Sandoval Obando, psicólogo; Magíster en Educación e Investigador FONDECYT, publicado por El Mostrador, se estima que en los próximos años enfrentaremos con mayor frecuencia diferentes tipos de desastres como inundaciones, sequías, tornados, incendios forestales, etc., incidiendo en un aumento de los trastornos psiquiátricos –tales como estrés postraumático, reacciones a estrés agudas, depresión severa, aumento de las tasas de suicidio, trastornos de ansiedad, etc.–, que impactarán psicológicamente a las personas. Precisamente por ello, resulta imprescindible adoptar una perspectiva multidisciplinaria en torno al cambio climático que permita aportar nuevos saberes y estrategias de intervención frente a esta realidad, propiciando una mayor toma de conciencia que posibilite evitar las consecuencias psicológicas y sociales que acarrea una emergencia o desastre socionatural, que alteran notoriamente la vida de las personas y sus comunidades.
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